viernes, 9 de septiembre de 2011

INTRODUCCIÓN HISTÓRICA (1r día)

Para asentar unas bases, antes de empezar cualquier estudio, es necesario saber e informarse del contexto histórico.
Así pues, hoy nuestra profesora nos ha situado en pleno inicio del siglo XIX, donde tendrá lugar la literatura que estudiaremos durante el curso.


Hemos explicado el contexto cronológico para situar y ver mejor la situación de España, que iba muy retrasada comparada con las otras potencias europeas (ocupada en guerras internas y con el demasiado peso de la religión), y directamente relacionado con lo que trabajaremos de literatura, del libro de Pío Baroja (El árbol de la ciencia) y la generación del 98.


A principios de siglo XIX, España se encontraba en un momento complicado, una etapa de guerras, revoluciones y muchos conflictos sociales. En el poder residía Carlos IV, un monarca conservador y con unos ideales totalmente contrarios a la Revolución Francesa. Para que los principios liberales franceses no llegasen a España, el rey declaró la guerra a Francia, con no muy buenos resultados ya que la superioridad francesa era notable. Por suerte, el gobierno francés firmó el Tratado de Fontainebleau (1807) por lo cual se les permitía cruzar la Península Ibérica para conquistar Portugal. El trato se rompió y las tropas francesas empezaron a conquistar España sin avisar.

Fue el momento cuando se iniciaron una cadena de revoluciones, insurrecciones populares, guerras y todo tipo de conflictos. Debido a una revolución el rey y su hijo abdican y Napoleón aprovecha para implantar su hermano Pepe Botella (José Bonaparte) en la corona española.
Con oposición de los españoles se inició la Guerra del Francés (1808). La población se ramificaba en dos bandas, los afrancesados (que apoyan la ocupación francesa) y el resto del pueblo español.
Durante la Guerra del Francés se creó la Pepa, la primera Constitución española ya que el rey no era considerado para la gente.
Esta guerra duró seis años, en los cuales los españoles vencieron a los franceses en múltiples guerras de guerrillas. 

En 1813 se firmó el Tratado de Valençay,  pues Fernando VII (jijo de Carlos IV) recuperó el trono español.
Fernando VII, “el deseado” decepcionó a los liberales ya que era una persona muy conservadora y que desconfiaba de la modernidad y la expansión liberal. Es por eso que España hizo un vuelco atrás. Se erradicó la Pepa y se vuelve a inculcar el absolutismo durante seis años (1814-1820).
Fernando VII, "el deseado"

Estos años significaron el exilio para muchos liberales hasta que en 1820 se vuelven a imponer las ideas liberales (conducidas por el Coronel Riego) y el rey es obligado a aceptar la Constitución. Volvieron muchos exiliados  aunque las alegrías solo duraron 3 años ya que una alianza europea devuelve la corona a Fernando VII.  
Este nuevo periodo (la Década Ominosa) duró hasta 1833, una etapa de crisis interna muy grave. Los conflictos iban creciendo hasta que llegó un momento importante: Fernando no consiguió tener descendencia (tenía una hija pero ella no podía llegar al poder), aunque manipuló la ley para permitir la corona a su hija Isabel II.
Aquí empezó el conflicto carlista: la población se dividió entre carlistas, que defendían al hermano de Fernando (los conservadores, con una posición absolutista)  y los que apoyaban a Isabel (los progresistas).
Cuando muere Fernando VII se iniciaron las Guerras Carlinas, tres guerras civiles que frenaron completamente el desarrollo de la sociedad española.

Al final, Isabel II sube al trono pero fue su madre María Cristina quien cargó con las decisiones ya que la niña tenía tres años.
Después de poco tiempo María Cristina es exiliada y el General Espartero continuó con la regencia. Éste último también demitió después de tres años.

Isabel II
A los 13 años Isabel II subió al poder. Su gobierno se dividió en dos partes, una más moderada, (1844-1854) y otra más progresista (1854-1856). Fue un tiempo de muchas transformaciones, cómo la Revolución Industrial, y una etapa de avances tecnológicos y mejoras económicas. 
Aún así, los conflictos no cesaron entre los dos grupos ideológicos y en 1868 ocurrió un Golpe de Estado encabezado por el General Prim para destruir el régimen. Así empezó otra etapa, el Sexenio Revolucionario (1868-1874) que fue el inicio la vida política española y la democracia.  
En este momento se redactó la Constitución de 1869 y poco más tarde Amadeo de Savoia subió a la corona aunque poco tiempo le duró su reinado, 1874. En su vacío se creó la Primera República aunque el país estaba en una difícil situación y los presidentes iban cayendo.

La República terminó con el golpe de estado del General Pavía y la monarquía vuelve a España con Alfonso XII, abuelo del actual rey Juan Carlos. Pasó a ser una monarquía constitucional.

Todos los desajustes y problemas ocurridos en España durante todo el siglo XIX fueron aprovechados por sus colonias, que fueron independizándose (Cuba y Puerto Rico, Filipinas, América Latina…)
Ésta pérdida de territorios fue un golpe muy duro para España, que reaccionó con apatía y sarcasmo. Como respuesta a ésta situación, surgieron un grupo de jóvenes escritores (grupo del 98) que sintieron la necesidad y la importancia de enfrentarse a la clase rectora y criticar sus actos de mala responsabilidad.

Una pequeña conclusión del siglo XIX es que fue un siglo muy problemático y de ahí apareció el grupo del 98, que eran un conjunto de jóvenes que se juntaron para hacer una protesta y crítica hacía la situación que se vivía en España.

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